El Gobierno autoriza la apertura de escuelas de 0 a 6 pero las comunidades lo rechazan

O normalidad, o distancia o rebrote. Estos son los tres escenarios que deberán tener en cuenta los planes de actuación que se aprueben antes de las vacaciones de verano y que trazarán el mapa de ruta para el próximo curso 2020/21. Estos serán desarrollados por un grupo de trabajo, cuya composición aún no ha sido aclarada, que abordará diversos aspectos como la organización escolar adaptada a la pandemia, la programación didáctica de cursos y áreas, la dotación tecnológica y el seguimiento y apoyo de la actividad lectiva a distancia. Cada uno de estos aspectos deberá contemplarse en los tres distintos escenarios, desde una presencialidad absoluta en el primer escenario a la imposibilidad de la enseñanza presencial pasando por un sistema semipresencial que, en este momento, parece el más probable de cara a septiembre.

"En todos los supuestos será necesario adaptar los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a las competencias fundamentales y para recuperar los déficits ocasionados por la importante alteración que provocó la brusca suspensión de la actividad educativa presencial en marzo de 2020", señala el Ministerio de Educación. Entre las medidas se encuentran algunas que ya había sugerido la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, la pasada semana, como "optimizar todos los espacios del centro educativo, combinar la actividad presencial con la actividad a distancia o adecuar los horarios para cumplir las condiciones sanitarias establecidas y garantizar la continuidad de la formación". Es decir, aulas a mitad de capacidad con 15 alumnos o la presencia de estudiantes en días alternos.

Aunque el ministerio da la posibilidad, la mayoría de comunidades han rechazado la apertura de centros de 0 a 6 porque no se cumplen las condiciones

Además, la más que probable situación excepcional también requerirá "dotar a los centros de equipamiento higiénico sanitario para el personal y el alumnado, establecer medidas de higiene y control sanitario; elaborar protocolos de movilidad para el acceso y salida y para el interior del centro y dar formación al profesorado y alumnado sobre los requisitos higiénico sanitarios establecidos", señala la información facilitada por el ministerio. También, la programación de contenidos y actividades educativas adecuadas para la enseñanza a distancia y online. Teniendo en cuenta que los planes contemplan escenarios de rebrote que obligasen a volver a una situación de confinamiento, también sugiere la previsión de una "eventual evaluación a distancia de partes del curso" en caso de que haya que dar marcha atrás.

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha convocado este jueves 14 de mayo la Conferencia Sectorial de Educación con los representantes de las Comunidades Autónomas para abordar de forma telemática con los consejeros educativos de todos los gobiernos autonómicos las medidas sanitarias a adoptar el próximo curso escolar ante los diferentes escenarios de evolución de la pandemia del coronavirus.

Reencuentros en la fase 2

Durante la conferencia telemática también se ha discutido sobre el retorno a las aulas para aquellas comunidades que entren próximamente en la fase 2, algo que podría ocurrir ya a finales de mayo. Según declara el ministerio, "ha habido un respaldo mayoritario a la decisión de dar prioridad a los alumnos de finales de etapa (4º de ESO, 2º de Bachillerato, 2º de Formación Profesional media y superior y último curso de enseñanzas de régimen especial) por la importancia académica de estos cursos que suponen titulación y cambio de ciclo". Eso sí, en todos los casos, la presencia del alumnado será voluntaria, "aunque las actividades se tendrán que planificar para evitar aglomeraciones innecesarias".

Cada comunidad autónoma deberá decidir en qué condiciones se realiza la Selectividad

El ministerio también ha autorizado a las comunidades autónomas a organizar actividades voluntarias de apoyo y de refuerzo para los alumnos que más lo necesiten y para abrir los centros de Infantil a alumnos de cero a seis años cuyos padres deban trabajar de forma presencial. Una medida que ha sido recibida con cierta preocupación por sindicatos como CCOO que consideran que no se cumplen las garantías necesarias en regiones como Madrid. Se trata de uno de los puntos que ha generado un mayor desacuerdo entre los participantes en la conferencia.

Muchas comunidades, no obstante, ya han rechazado la apertura de centros infantiles. Por ejemplo, la Comunidad Valenciana ha manifestado que "no se pueden garantizar en este tramo educativo las medidas de seguridad básicas como son la distancia social necesaria entre el alumnado de estas edades y sus profesores y educadores". También, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Osorio, ha solicitado "los informes sanitarios que avalan la vuelta a las clases presenciales en la etapa de Educación Infantil, entre cero y seis años" durante la conferencia sectorial.

Respecto a la realización de las pruebas Evau, la popularmente conocida como selectividad, se delega en cada comunidad autónoma la responsabilidad de "desarrollarlas en las mejores condiciones para el alumnado y el profesorado presente".

Un mes después

El Gobierno y las comunidades se reunieron por última vez el pasado 15 de abril para tratar de definir el cierre del curso escolar tras la clausura de las aulas por el coronavirus. Entre las propuestas que ha trasladado el gobierno y que han recibido "un respaldo importantísimo, diría que completo" en las palabras de la propia Ministra Isabel Celaá, se encuentra la de abrir los colegios durante el mes de julio para clases de apoyo o actividades lúdicas, en ningún caso lectivas, con el objetivo de ayudar a los alumnos "más necesitados".

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En dicha reunión se reguló la excepcionalidad de la repetición y el suspenso. "Esta situación no puede suponer la pérdida del curso en ningún caso", ha añadido la Ministra durante una rueda de prensa celebrada en Moncloa esta tarde. Como ha manifestado esta misma mañana la propia ministra de Educación, Isabel Celaá, la "norma general" será el aprobado y la repetición de curso solo se producirá en situaciones extraordinarias. Será, como ha explicado en sede parlamentaria, una "excepción". Lo mismo se aplica también a la titulación obtenida tras 4º de la ESO y 2º de Bachillerato.

Para ello, se establecía una evaluación a partir de los dos primeros trimestres presenciales. Con el ánimo de que ningún alumno salga perjudicado por la situación excepcional, el tercer trimestre solo será valorado de manera positiva, con una evaluación de carácter diagnóstico. Esto tiene en cuenta las medidas propuestas por el Consejo Escolar la pasada semana, que rechazaban un aprobado general pero sí contemplaban la excepcionalidad de los suspensos y la repetición. Esta debe ser decidida por los cuerpos docentes con la supervisión de la Administración.